martes, 15 de marzo de 2011

Los ojos que no mienten...



Aquí todo es demasiado extremo para nuestra acomodada normalidad; en nuestro confortable mundo todo se mueve convenientemente cerca de la media, del equilibrio. Africa es salvaje, tosca, demasiado directa para nuestro sentido del decoro, de la diplomacia, para nuestra hipocresía.

Aquí el cielo te castiga con un sol que duele para después regalarte la noche más llena de estrellas que podrías soñar. La tierra se seca para que no olvides lo débil que eres, pero después te acaricia con su espectáculo de colores para que no dejes de amarla. No iban a ser menos los niños; igual te llenan el alma con esa alegría ruidosa capaz de curar cualquier mal, cualquier pena, como te escupen a la cara el dolor inconsolable de sus heridas... Ambas cosas tienen algo en común, para verlas, para vivirlas, para sentir como te atraviesan, sólo tienes que asomarte a sus ojos, a esos ojos que no mienten.

viernes, 4 de marzo de 2011

El milagro del Agua



¿Por dónde empiezo?

Ya llevo un poquito más de un mes en Africa, se ha ido volando, apenas he tenido tiempo para asimilarlo todo, y casi sin darme cuenta ha comenzado una nueva vida con mucho trabajo y miles de cosas nuevas cada día.

Ya estoy bien asentado en Paoua, mi hogar, el pueblo tiene 35.000 habitantes, un mercado increíble y gente caminando por todas partes. No hay ni una calle asfaltada y no hay electricidad, sólo un par de farolas en la calle principal, donde por la noche está todo el ambiente, parrilas en la calle, compra-venta de todo lo que se pueda imaginar y algo parecido a un par de bares (con cerveza calentorra, claro). Paoua ha sido históricamente un fortín del ejército en la lucha contra la guerrilla, así que no está permitido sacar fotos, y no es plan de pasearme por la calle con la Nikon para que un soldado famélico con un AK-47 me arreste!


Paoua desde el aire

La región fue de las más perjudicadas por el conflicto armado, y una vez firmada la paz, (aunque las armas aún no se han entregado) las consecuencias han sido devastadoras en la población civil. Por tanto, nuestra principal misión en Paoua es reestablecer las condiciones mínimas de habitabilidad para la población afectada en toda la región.

El comienzo del trabajo no ha sido fácil, muchas cosas nuevas, conocer el entorno, la organización, y todo en francés! Pero poco a poco fui poniendo las piezas juntas y el puzle empezó a tomar forma.

La primera lección; El agua es la vida! Mi trabajo consiste en proporcionar las infraestructuras básicas para el acceso al agua y la habitabilidad (casas, escuelas y hogares), pues bien, rehablitar casas sería en estos momentos ciencia ficción, esta región es tan pobre, y está tan deprimida, que el acceso al agua aún es un lujo para la mayoría, y en eso estamos concentrando todo nuestro trabajo...

Ya he realizado un par de salidas al terreno, el viaje en todoterreno es ya por si mismo una aventura), la gente generalmente nos recibe muy bien, nos reconocen y saben a qué hemos venido.

Hay mucho trabajo previo, identificar las zonas y sus necesidades, después, en las salidas al terreno se verifica el estado de necesidad y se ejecutan los trabajos. El último nos ha llevado 2 días en una aldea de 850 habitantes, tienen un pozo que alguien construyó y fechó el 4-11-1991, hace 2 años dejó de funcionar, ellos ni saben ni tienen medios para arreglarlo. Al llegar nos encontramos a la población entera en torno al pozo, incluidos unos 40 niños que no dejaron de mirarme ni un segundo de los dos días (seguramente el primer blanco que habían visto en su vida).

Al abrir el pozo y bajar a comprobarlo, sin sorpresas; 7 metros de lodo y la bomba de agua totalmente inutilizada, (18 años de servicio es lo que tienen!). Comenzamos a bombear el agua marrón para comenzar la limpieza, impresionante, aún siendo el agua más sucia que he visto en mi vida, se acercaron decenas de familias corriendo con sus palanganas a recoger toda la que podían. La necesidad puede con todo, pensé. En un par de ocasiones me paré a pensar en el valor relativo de las cosas, en esta zona hay oro, no es un secreto, todo el mundo lo sabe, pero para qué sirve? No se bebe, no se come, para ellos no vale nada, sólo para que se enriquezcan otros... Sin agua no hay vida, y sin vida, para qué quieren oro?





Por la noche, acampamos en medio del pueblo, los mismos 40 niños observan cómo me lavo los dientes, me cambio de ropa y me meto en la caseta (ya sé cómo se sienten los de gran hermano). Por el día no hay nada para comer, sólo se come por la noche, así que hemos comprado (y sacrificado) una gallina para la cena, que nos la acompañan con lo poquito que hay disponible para comer en la zona. Creo que fue mi mejor noche desde que llegué, al aire libre, jamás había vosto tantas estrellas ni oído tanto silencio... El embrujo de Africa está por todas partes.




Si, Srs Ernesto y Francisco, lo de arriba a la izquierda son ratas!
Un auténtico manjar!


Tras desmontar la bomba y sacar 1 tonelada de barro a mano en cubos de plástico (unas 20 horas de trabajo), no hemos podido llegar al final del pozo, es demasiado profundo y no tenemos el material apropiado. A media mañana me escapo al coche, menú del día: Una lata de atún y pan bizcochado, de pronto los niños me han encotrado! Me miran con cara de duda primero y de desconsuelo después, el almuerzo más escaso de mi vida y no puedo terminarlo por el sentimiento de culpa! A pesar de los contratiempos, hemos conseguido habilitar el pozo, cada vez hay más gente alrededor nuestra, y cuando empieza a salir agua limpia por la bomba, las caras de la gente se iluminan y entran en delirio absoluto, todos quieren tocar el agua. Me dicen mis compañeros que las mujeres gritan "Qué dios les bendiga" en Sango, la lengua local, yo me siento alegre, pero me muero de vergüenza, son muchas sensaciones juntas, pero esto me hace feliz, acostumbrado a trabajar para hacer rico a alguien, esto es nuevo para mi!



Otras visitas han dado para mucho, siempre en contacto con las comunidades, en ocasiones visitas para conocer el pueblo, saber sus necesidades y ver si podemos colaborar con ellos. No es fácil, hay de todo, hay aldeas que se vuelcan, trabajan duro y hacen de este trabajo algo maravilloso, pero también pueblos que se comprometen a preparar el agujero para que les hagamos un pozo, a las dos semanas volvemos, no han hecho nada, les pregunto por qué no han trabajado y me contestan "que si no les damos algo para comer no tienen fuerzas para trabajar"... esto no es distinto que cualquier otro sitio del mundo, con su buena gente y sus caraduras... La vida misma!



En otra aldea, un viejito maravilloso nos enseña el manantial del que extraen agua los 572 habitantes, un charco de agua verde llena de bichos! Me dice que ese es el agua que beben, le pregunto si tiene problemas de barriga y me dice que en el pueblo llevan todos 1 año enfermos del estómago, pero como no hay otra cosa... Me lo dice encogiéndose de hombros y a mi se me encoje el alma, afortunadamente esta vez habrá final feliz; El lunes empezamos a construirles un pozo!!



Lo único que no cambia donde quiera que vayamos son los niños. Allí donde trabajemos salen de la nada, curiosean, se ríen, gritan, juegan... Son lo mejor de este trabajo, su inociencia y su alegría sincera lo llenan todo, la mayoría me miran un rato hasta que se atreven a acercarse.



En general te rompen el corazón, pero son demasiado inocentes para aprovecharse, al menos en los pueblos! En Bangui, la capital, las cosas son muy distintas, la gran ciudad los convierte en supervivientes, el otro día en Bangui se me acercó uno de unos 8 años, la conversación fue la siguiente:

- Tengo hambre!
- Debes ir a tu casa y decírselo a tu madre, ella te dará de comer
- Mi madre es pobre, no tiene dinero, y usted sí
- Tu madre debe encontrar el dinero para alimentarte, es su responsabilidad
- Pero tengo mucha hambre, deme algo!
- Debes pedírselo a tu madre, lo siento...

Se que hice lo correcto, pero no por eso es menos doloroso, menos mal que mi día a día es más gratificante, qué contento estoy de vivir en Paoua! En los pueblos los niños son el orgullo y la prioridad de las familias, en cada aldea juegan y corren libremente de un sitio a otro, y a veces se ven enanos de medio metro correteando buscando alguien para jugar! Otro flash de Europa viene a mi mente, allí donde hay un niño hay un adulto paranoico corriendo detrás velando por su seguirdad, se imaginan dejar a nuestros enanos correr libremente por el pueblo sabiendo que están seguros? A que tendríamos que pagar mucho para tener esa seguridad????



Bueno, supongo que la puesta al día habrá compensado tanto silencio en el blog... Espero que a través de mis palabras asome toda la intensidad de esta maravillosa experiencia. Para mi esto no ha hecho más que empezar, y si ya son muchas cosas, no se si podré asimilar todo lo que aún está por venir. Eso sí, escribirlo y compartirlo con ustedes me ayuda a ponerlo todo en orden.

Una vez más prometo seguir contando....

miércoles, 2 de marzo de 2011

A los señores Ernesto y Francisco



Estimados seguidores y sin embargo amigos,
Habida cuenta de que los pequeños y coloridos largatitos con los que comparto habitación, salón y patio no les han causado ninguna impresión, me he tomado la molestia de fotografiarme con otro ilustre morador de la zona.
Este simpático especimen ronda las márgenes de los ríos de la sabana, y según me contó el adolescente que le dio caza y posterior muerte, es un auténtico manjar.
Me despido con la esperanza de que esta foto esté á la altura de su morboso interés y con la promesa de volver a escribir en breve con más fotos y relatos.
Su amigo Ioné.